martes, 27 de noviembre de 2012

Carta n- 035-2012 Tacna, noviembre 27 del 2012 Señor Director de la institución educativa “Hijos de Praga” Ciudad Es grato dirigirme a usted, así como a la comunidad educativa que usted dirige, a fin de presentarle mi cordial saludo a nombre de la Editorial “Tacna”; molestamos su atención a fin de comunicarle lo siguiente: Nuestra editorial está ofreciendo el libro “Conozcamos la historia de Tacna”, el mismo que ha sido creado especialmente para los estudiantes del quinto y sexto grado de educación primaria. El libro tiene quinientas páginas, a todo color, contiene biografías, mapas, cuentos, historia regional de Tacna… es decir, es una pequeña pero grandiosa enciclopedia regional de Tacna. Por la compra de cincuenta ejemplares, le hacemos un descuento del veinte por ciento, además se hará acreedor a un regalo sorpresa. Agradeciéndole la deferencia que se sirva brindar al presente documento, se reitera de usted, su seguro y atento servidor, Atentamente, Prof. Juan Pérez Elías Gerente general de la Editorial “Tacna”

miércoles, 24 de octubre de 2012

El afiche

El afiche es una forma de publicidad. No es un libro, no trata de explicar o desarrollar un tema, pretende más bien crear un impacto emotivo que reviva o instale ideas, o que ayude a crear ambiente o inquietud por el tema. 1. Cualidades que debe tener un buen afiche ser llamativo debe entenderse a primera vista comunica un mensaje de interés se grabará en la memoria 2. Utilidad. Un afiche sirve para... anunciar algo crear ambiente en una sala o aula mentalizar el tema que se va a desarrolla la realización de una campaña finalizar un tema, como trabajo de síntesis 3. Para la elaboración de un afiche, habrá que tener en cuenta… Precisar lo que se pretende lograr. -Informativo: Predominará el texto sobre la imagen. Será el suficiente: poco y claro -Formativo: Predominará la imagen que será reforzada con un texto corto. Decidirse por una sola idea A veces lo mucho dice poco y lo poco dice mucho. Comunicar con fuerza, claridad y simplicidad Tener en cuenta a quien va dirigido (destinatario) Un afiche que no es comprendido en un par de segundos no es un buen afiche Crear la forma adecuada de expresar el mensaje -Imagen: con fotos o recortes de revistas, dibujos, o fotos y dibujo juntos. Una sola imagen o composición o contraposición de varias. No recargar. Que sea significativa. No es un fin en si misma sino un medio. -Palabra: Realizar una formulación clara, precisa, concisa, bien expresiva y original . Que sea fácil de entender y retener. . La palabra debe reforzar la imagen visual y no repetirla exactamente - Diagramación - Formato: Debe verse a distancia. Siempre rectangular y preferentemente en vertical. (El formato estándar es de 70x100 cm. ó 50X70 cm.) - Color: Elemento primordial para llamar la atención. Colores “fríos” o “calientes” y sus predominios, hablan ya del propósito de transmisión del afiche y sensibilidad del espectador. - Contraste: Otro factor importante para captar la atención. - Contrastes máximos: negro sobre blanco, negro s/ amarillo, rojo s/blanco, blanco s/ negro, azul s/ blanco, negro s/ rojo... - Letras: tipo, tamaño, formas de hacerlas...legible a distancia. Muchas veces su colocación y originalidad hacen al afiche. - Proporción: debe de haber un equilibrio y conjunción entre la imagen, letra y espacios en blanco. - Disposición: tener en cuenta la lógica de la comprensión del afiche ya que la lectura generalmente se realiza de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo. Generar un punto o centro donde la vista se fije con mayor facilidad. Elementos del afiche desordenados, dispersan la atención.

martes, 14 de agosto de 2012

La misión del Colibri

Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas.
Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua.
El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra.
Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.
Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían.
En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse.
Y dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba.
Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis mágica.
Con las primeras luces del amanecer, agobiante por la falta de rocío, el pimpollo se desprendió del tallo, y en lugar de caer al suelo reseco salió volando, convertido en colibrí.
Zumbando se dirigió a la cordillera. Pasó sobre la laguna de Wacracocha mirando sediento la superficie de las aguas, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus alas diminutas.
Su destino era la cumbre del monte donde vivía el dios Waitapallana.
Waitapallana se encontraba contemplando el amanecer, cuando olió el perfume de la flor del qantu, su preferida, la que usaba para adornar sus trajes y sus fiestas.
Pero no había ninguna planta a su alrededor.
Sólo vio al pequeño y valiente colibrí, oliendo a qantu, que murió de agotamiento en sus manos luego de pedirle piedad para la tierra agostada.
Waitapallana miró hacia abajo, y descubrió el daño que la sequía le estaba produciendo a la tierra de los quechuas. Dejó con ternura al colibrí sobre una piedra.
Triste, no pudo evitar que dos enormes lágrimas de cristal de roca brotaran de sus ojos y cayeran rodando montaña abajo. Todo el mundo se sacudió mientras caían, desprendiendo grandes trozos de montaña.
Las lágrimas de Waitapallana fueron a caer en el lago Wacracocha, despertando a la serpiente Amarú. Allí, en el fondo del lago, descansaba su cabeza, mientras que su cuerpo imposible se enroscaba en torno a la cordillera por kilómetros y kilómetros.
Alas tenía, que podían hacer sombra sobre el mundo.
Cola de pez tenía, y escamas de todos los colores.
Cabeza llameante tenía, con unos ojos cristalinos y un hocico rojo.
El Amarú salió de su sueño de siglos desperezándose, y el mundo se sacudió.
Elevó la cabeza sobre las aguas espumosas de la laguna y extendió las alas, cubriendo de sombras la tierra castigada.

El brillo de sus ojos fue mayor que el sol.
Su aliento fue una espesa niebla que cubrió los cerros.
De su cola de pez se desprendió un copioso granizo.
Al sacudir las alas empapadas hizo llover durante días.
Y del reflejo de sus escamas multicolores surgió, anunciando la calma, el arco iris.
Luego volvió a enroscarse en los montes, hundió la luminosa cabeza en el lago, y volvió a dormirse.
Pero la misión del colibrí había sido cumplida…
Los quechuas, aliviados, veían reverdecer su imperio, alimentado por la lluvia, mientras descubrían nuevos cursos de agua, allí donde las sacudidas de Amarú hendieron la tierra.
Y cuentan desde entonces, a quien quiera saber, que en las escamas del Amarú están escritas todas las cosas, todos los seres, sus vidas, sus realidades y sus sueños. Y nunca olvidan cómo una pequeña flor del desierto salvó al mundo de la sequía.
Recopilación: Enrique Melantoni






lunes, 13 de agosto de 2012

LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!



autor: César Vallejo

http://www.poemas-del-alma.com/los-heraldos-negros.htm